Tu Poema de Amor

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Inicio . Amado Nervo HUELGA DE CÉLULAS

HUELGA DE CÉLULAS

Este concurso de células,

unánimes en su intento

misterioso de que dure

la intensa vida en mi cuerpo;

esos miles de millones

de pequeñitos cerebros,

que, con disciplina

admirable en el esfuerzo,

se dividen el trabajo

de mis órganos diversos,

y mantienen el fenómeno

de mi existir en el tiempo,

un día, quizá cercano

(mañana, tal vez hoy mesmo),

han de declararse en huelga,

porque en el reloj eterno

sonó  el instante...

¡Qué júbilo

entonces el del colegio

aquel, más de cuarenta años

a mi espíritu sujeto!

 

¡Qué alegría en el cotarro

innúmero y turbulento!

 

Cada grupo ha de tirar

por su lado, con estruendo:

 

—¡Vuelvo a la rosa!, dirá

uno; y otro: ¡Al aire vuelvo!

y otro: ¡Al agua!; y otro: ¡Al barro!

y otro: ¡Al carbón!; y otro: ¡Al hierro!;

y otro: ¡Al la cal!; y otro: ¡Al fósforo!;

y otro: ¡Al la mar!; y otro: ¡Al cielo!

 

Y mi espíritu entretanto,

verá feliz, sonrïendo,

la disociación bendita

que restituye al Acervo

lo prestado...

Mas de pronto,

movido por el recuerdo

más hondo, más persuasivo,

más amante, más inmenso,

se preguntará a sí mismo:

—Bien, y yo, ¿adónde me vuelvo?

—¡A mis brazos!—gritará

en la eternidad tu acento...

 

Y cuando los dos, fundidos

en una sola alma estemos,

el océano infinito

nos absorberá en silencio.