Tu Poema de Amor

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ESQUIVA

Para M. Larrañaga y Portugal.

¡No te amaré! Muriera de sonrojos

antes bien, yo que fui cantar maldito

de blancas hostias y de nimbos rojos;

yo que sólo he alentado los antojos

de un connubio inmortal con lo infinito.

 

¡No te amaré! Mi espíritu atesora

el perfume sutil de otras edades

de realeza y de fe consoladora,

y ese noble perfume se evapora

al beso de mezquinas liviandades.

 

Mi mundo no eres tú: fueron los priores

militantes, caudillos de sus greyes;

el mundo en que, magníficos señores,

fulminaron los Papas triunfadores

su anatema fatal contra los reyes.

 

Fue la etapa viril en que se cruza,

con Bayardo que esgrime su tizona,

Escot que sus dialécticas aguza:

la edad en que la negra caperuza

forjaba el silogismo en la Sorbona.

 

Y no sé de pasión, y me contrista

vibrar la lira del amor precario.

¡Sólo brotan mis versos de amatista

al beso de Daniel, el simbolista,

y al ósculo de Juan, el visionario!