Tu Poema de Amor

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DESPUÉS

Después de aquella brava agonía,

ya me resigno..., ¡sereno estoy!

Yo, que con ella nada pedía,

hoy, ya sin ella, sólo querría

ser noble y bueno... ¡mientras me voy!

 

Es un bendito nombre, que adoro,

ser noble y bueno, y al expirar,

poder decirme: "¡Nada atesoro:

di toda mi alma, di todo mi oro,

di todo aquello que pude dar!"

 

Desnudo torno como he venido;

cuanto era mío, mío no es ya:

como un aroma me he difundido

como una esencia me he diluido,

y, pues que nada tengo ni pido,

¡Señor, al menos vuélvemela!