Tu Poema de Amor

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Inicio . Amado Nervo Y EL BUDA DE BASALTO SONREÍA

Y EL BUDA DE BASALTO SONREÍA

Aquella tarde, en la Alameda, loca

de amor, la dulce idolatrada mía

me ofreció la eglantina de su boca.

 

Y el Buda de basalto sonreía...

 

Otro vino después, y sus hechizos

me robó; dile cita, y en la umbría

nos trocamos epístolas y rizos.

 

Y el Buda de basalto sonreía...

 

Hoy hace un año del amor perdido.

Al sitio vuelvo y, como estoy rendido

tras largo caminar, trepo a lo alto

del zócalo en que el símbolo reposa.

Derrotado y sangriento muere el día,

y en los brazos del Buda de basalto

me sorprende la luna misteriosa.

 

Y el Buda de basalto sonreía.