Tu Poema de Amor

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MUNDO

Agnus dei qui tollis pecata mundi, Miserere nobis

Noche de los tejados y la planta del pie,

silbaba por los ojos secos de las palomas.

Alga y cristal en fuga ponen plata mojada

los hombros de cemento de todas las ciudades.

 

La gillette descansaba sobre los tocadores

con su afán impaciente de cuello seccionado.

En la casa del muerto, los niños perseguían

una sierpe de arena por el rincón oscuro.

 

Escribientes dormidos en el piso catorce.

Ramera con los senos de cristal arañado.

Cables y media luna con temblores de insecto.

Bares sin gente. Gritos. Cabezas por el agua.

 

Para el asesinato del ruiseñor, venían

tres mil hombres armados de lucientes cuchillos.

Viejas y sacerdotes lloraban resistiendo

una lluvia de lenguas y hormigas voladoras.

 

Noche de rostro blanco. Nula noche sin rostro.

Bajo el sol y la luna. Triste noche del mundo.

Dos mitades opuestas y un hombre que no sabe

cuándo su mariposa dejará los relojes.

 

Debajo de las alas del dragón hay un niño.

Caballitos de cardio por la estrella sin sangre.

El unicornio quiere lo que la rosa olvida,

y el pájaro pretende lo que las aguas vedan.

 

Sólo tu Sacramento de luz en equilibrio

aquietaba la angustia del amor desligado.

Sólo tu Sacramento, manómetro que salva

corazones lanzados a quinientos por hora.

 

Porque tu signo es clave de llanura celeste

donde naipe y herida se entrelazan cantando,

donde la luz desboca su toro relumbrante

y se afirma el aroma de la rosa templada.

 

Porque tu signo expresa la brisa y el gusano.

Punto de unión y cita del siglo y el minuto.

Orbe claro de muertos y hormiguero de vivos

con el hombre de nieves y el negro de la llama.

 

Mundo, ya tienes meta para tu desamparo.

Para tu horror perenne de agujero sin fondo.

¡Oh Cordero cautivo de tres voces iguales!

¡Sacramento inmutable de amor y disciplina!