Tu Poema de Amor

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MAÑANA

7 de Agosto de 1918, Fuente Vaqueros, Granada A Fernando Marchesi

Y la canción del agua

es una cosa eterna.

Es la savia entrañable

que madura los campos.

Es sangre de poetas

que dejaron sus almas

perderse en los senderos

de la Naturaleza.

 

¡Qué armonías derrama

al brotar de la peña!

Se abandona a los hombres

con sus dulces cadencias.

 

La mañana está clara.

Los hogares humean,

y son los humos brazos

que levantan la niebla.

 

Escuchad los romances

del agua en las choperas.

 

¡Son pájaros sin alas

perdidos entre hierbas!

 

Los árboles que cantan

se tronchan y se secan.

Y se tornan llanuras

las montañas serenas.

Mas la canción del agua

es una cosa eterna.

 

Ella es luz hecha canto

de ilusiones románticas.

Ella es firme y suave,

llena de cielo y mansa.

Ella es niebla y es rosa

de 1a eterna mañana.

Miel de luna que fluye

de estrellas enterradas.

¿Qué es el santo bautismo,

sino Dios hecho agua

que nos unge las frentes

con su sangre de gracia?

Por algo Jesucristo

en ella confirmose.

 

Por algo las estrellas

en sus ondas descansan.

Por algo madre Venus

en su seno engendrose,

que amor de amor tomamos

cuando bebemos agua.

Es el amor que corre

todo manso y divino,

es la vida del mundo,

la historia de su alma.

 

Ella lleva secretos

de las bocas humanas,

pues todos la besamos

y la sed nos apaga.

Es un arca de besos

de bocas ya cerradas,

es eterna cautiva,

del corazón hermana.

 

Cristo debió decirnos:

"Confesaos con el agua,

de todos los dolores,

de todas las infamias.

 

¿A quién mejor, hermanos,

entregar nuestras ansias

que a ella que sube al cielo

en envolturas blancas?"

 

No hay estado perfecto

como al tomar el agua,

nos volvemos más niños

y más buenos: y pasan

nuestras penas vestidas

con rosadas guirnaldas.

Y los ojos se pierden

en regiones doradas.

 

¡Oh fortuna divina

por ninguno ignorada!

Agua dulce en que tantos

sus espíritus lavan,

no hay nada comparable

con tus orillas santas

si una tristeza honda

nos ha dado sus alas.