Tu Poema de Amor

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Inicio . García Lorca CASIDA DEL LLANTO

CASIDA DEL LLANTO

He cerrado mi balcón

porque no quiero oír el llanto

pero por detrás de los grises muros

no se oye otra cosa que el llanto.

 

Hay muy pocos ángeles que canten,

hay muy pocos perros que ladren,

mil violines caben en la palma de mi mano.

 

Pero el llanto es un perro inmenso,

el llanto es un ángel inmenso,

el llanto es un violín inmenso,

las lágrimas amordazan al viento,

no se oye otra cosa que el llanto.

 

 

CASIDA DEL SUEÑO AL AIRE LIBRE

 

 

Flor de jazmín y toro degollado.

Pavimento infinito. Mapa. Sala. Arpa. Alba.

La niña finge un toro de jazmines

y el toro es un sangriento crepúsculo que brama.

 

Si el cielo fuera un niño pequeñito,

los jazmines tendrían mitad de noche oscura,

y el toro circo azul sin lidiadores

y un corazón al pie de una columna.

 

Pero el cielo es un elefante

y el jazmín es un agua sin sangre

y la niña es un ramo nocturno

por el inmenso pavimento oscuro.

 

Entre el jazmín y el toro

o garfios de marfil o gente dormida.

En el jazmín un elefante y nubes

y en el toro el esqueleto de la niña.