Tu Poema de Amor

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Inicio . García Lorca BALADA TRISTE

BALADA TRISTE

Pequeño poema, Abril de 1918 (Granada)

¡Mi corazón es una mariposa,

niños buenos del prado!,

que presa por la araña gris del tiempo

tiene el polen fatal del desengaño.

 

De niño yo canté como vosotros,

niños buenos del prado,

solté mi gavilán con las temibles

cuatro uñas de gato.

 

Pasé por el jardín de Cartagena

la verbena invocando

y perdí la sortija de mi dicha

al pasar el arroyo imaginario.

 

Fui también caballero

una tarde fresquita de mayo.

Ella era entonces para mí el enigma,

estrella azul sobre mi pecho intacto.

Cabalgué lentamente hacia los cielos.

Era un domingo de pipirigallo.

Y vi que en vez de rosas y claveles

ella tronchaba lirios con sus manos.

 

Yo siempre fui intranquilo,

niños buenos del prado.

el ella del romance me sumía

en ensoñares claros:

¿quién será la que coge los claveles

y las rosas de mayo?

¿Y por qué la verán sólo los niños

a lomos de Pegaso?

 

¿Será esa misma la que en los rondones

con tristeza llamamos

estrella, suplicándole que salga

a danzar por el campo...?

 

En abril de mi infancia yo cantaba,

niños buenos del prado,

la ella impenetrable del romance

donde sale Pegaso.

Yo decía en las noches la tristeza

de mi amor ignorado,

y la luna lunera, ¡qué sonrisa

ponía entre sus labios!

¿Quién será la que corta los claveles

y las rosas de mayo?

 

Y de aquella chiquilla, tan bonita,

que su madre ha casado,

¿en qué oculto rincón de cementerio

dormirá su fracaso?

 

Yo solo con mi amor desconocido,

sin corazón, sin llantos,

hacia el techo imposible de los cielos

con un gran sol por báculo.

 

¡Qué tristeza tan seria me da sombra!

Niños buenos del prado,

cómo recuerda dulce el corazón

los días ya lejanos...

¿Quién será la que corta los claveles

y las rosas de mayo?