Tu Poema de Amor

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Devuelto

A la cara de mi hijo

que duerme, bajan

arenas de las dunas,

flor de la caña

y la espuma que vuela

de la cascada...

 

Y es sueño nada más

cuanto le baja;

sueño cae a su boca,

sueño a su espalda,

y me roban su cuerpo

junto con su alma.

 

Y así lo van cubriendo

con tanta maña,

que en la noche no tengo

hijo ni nada,

madre ciega de sombra,

madre robada.

 

Hasta que el sol bendito

al fin lo baña:

me lo devuelve en linda

fruta mondada

¡y me lo pone entero

sobre la falda!