Tu Poema de Amor

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Inicio Borges Elegía del recuerdo imposible

Elegía del recuerdo imposible

 

Qué no daría yo por la memoria

de una calle de tierra con tapias bajas

y de un alto jinete llenando el alba

(largo y raído el poncho)

en uno de los días de la llanura,

en un día sin fecha.

Qué no daría yo por la memoria

de mi madre mirando la mañana

en la estancia de Santa Irene,

sin saber que su nombre iba a ser Borges.

Qué no daría yo por la memoria

de haber combatido en Cepeda

y de haber visto a Estanislao del Campo

saludando la primer bala

con la alegría del coraje.

Qué no daría yo por la memoria

de un portón de quinta secreta

que mi padre empujaba cada noche

antes de perderse en el sueño

y que empujó por última vez

el 14 de febrero del 38.

Qué no daría yo por la memoria

de las barcas de Hengist,

zarpando de la arena de Dinamarca

para debelar una isla

que aún no era Inglaterra.

Qué no daría yo por la memoria

(la tuve y la he perdido)

de una tela de oro de Turner,

vasta como la música.

Qué no daría yo por la memoria

de haber oído a Sócrates

que, en la tarde la cicuta,

examinó serenamente el problema

de la inmortalidad,

alternando los mitos y las razones

mientras la muerte azul iba subiendo

desde los pies ya fríos.

Qué no daría yo por la memoria

de que me hubieras dicho que me querías

y de no haber dormido hasta la aurora,

desgarrado y feliz.