Tu Poema de Amor

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Elegía de un parque

Se perdió el laberinto. Se perdieron

todos los eucaliptos ordenados,

los toldos del verano y la vigilia

del incesante espejo, repitiendo

cada expresión de cada rostro humano,

cada fugacidad. El detenido

reloj, la entretejida madreselva,

la glorieta, las frívolas estatuas,

el otro lado de la tarde, el trino,

el mirador y el ocio de la fuente

son cosas del pasado. ¿Del pasado?

Si no hubo un principio ni habrá un término,

si nos aguarda una infinita suma

de blancos días y de negras noches,

ya somos el pasado que seremos.

Somos el tiempo, el río indivisible,

somos Uxmal, Cartago y la borrada

muralla del romano y el perdido

parque que conmemoran estos versos.