Tu Poema de Amor

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Inicio Borges Una mañana de 1649

Una mañana de 1649

Carlos avanza entre su pueblo. Mira

a la izquierda y a la derecha. Ha rechazado

los brazos de la escolta. Liberado

de la necesidad de la mentira,

 

sabe que hoy va a la muerte, no al olvido,

y que es un rey. La ejecución lo espera;

la mañana es atroz y verdadera.

No hay temor en su carne. Siempre ha sido,

 

a fuer de buen tahúr, indiferente.

Ha apurado la vida hasta las heces;

ahora está solo entre la armada gente.

 

No lo infama el patíbulo. Los jueces

no son el Juez. Saluda levemente

y sonríe. Lo ha hecho tantas veces.