Tu Poema de Amor

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Inicio . José Zorrilla A BUEN JUEZ MEJOR TESTIGO (PARTE IV)

A BUEN JUEZ MEJOR TESTIGO (PARTE IV)

Así por sus altos fines

dispone y permite el cielo

que puedan mudar al hombre

fortuna, poder y tiempo.

A Flandes partió Martínez

de soldado aventurero,

y por su suerte y hazañas

allí capitán le hicieron.

Según alzaba en honores

alzábase en pensamientos,

y tanto ayudó en la guerra

con su valor y altos hechos,

que el mismo rey a su vuelta

le armó en Madrid caballero,

tomándole a su servicio

por capitán de lanceros.

Y otro no fue que Martínez

quien ha poco entró en Toledo,

tan orgulloso y ufano

cual salió humilde y pequeño.

Ni es otro a quien se dirige,

cobrado el conocimiento,

la amorosa Inés de Vargas,

que vive por él muriendo.

Mas él, que olvidando todo

olvidó su nombre mesmo,

puesto que Diego Martínez

es el capitán don Diego,

ni se ablanda a sus caricias

ni cura de sus lamentos,

diciendo que son locuras

de gente de poco seso:

que ni él prometió casarse

ni pensó jamás en ello.

¡Tanto mudan a los hombres

fortuna, poder y tiempo!

En vano porfía Inés

con amenazas y ruegos;

cuanto más ella importuna

está Martínez severo.

Abrazada a sus rodillas,

enmarañado el cabello,

la hermosa niña lloraba

prosternada por el suelo.

Mas todo empeño era inútil,

porque el capitán don Diego

no ha de ser Diego Martínez,

como lo era en otro tiempo.

Y así, llamando a su gente,

de amor y piedad ajeno,

mandóles que a Inés llevaran

de grado o de valimiento.

Mas ella, antes que la asieran,

cesando un punto en su duelo,

así habló, el rostro lloroso

hacia Martínez volviendo:

"Contigo se fue mi honra,

conmigo tu juramento;

pues buenas prendas son ambas,

en buen fiel las pesaremos."

Y la faz descolorida

en la mantilla envolviendo,

a pasos desatentados

salióse del aposento.