Tu Poema de Amor

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Inicio . Julia de Burgos NOCHE DE AMOR EN TRES CANTOS

NOCHE DE AMOR EN TRES CANTOS

I

Ocaso

 

¡Cómo suena en mi alma la idea

de una noche completa en tus brazos

diluyéndome toda en caricias

mientras tú te me das extasiado!

 

¡Qué infinito el temblor de miradas

que vendrá en la emoción del abrazo,

y qué tierno el coloquio de besos

que tendré estremecida en tus labios!

 

¡Cómo sueño las horas azules

que me esperan tendida a tu lado,

sin más luz que la luz de tus ojos,

sin más lecho que aquel de tu brazo!

 

¡Cómo siento mi amor floreciendo

en la mística voz de tu canto:

notas tristes y alegres y hondas

que unirán mi emoción a tu rapto!

 

¡Oh la noche regada de estrellas

que enviará desde todos sus astros

la más pura armonía de reflejos

como ofrenda nupcial a mi tálamo!

 

 

II

Media noche

 

Se ha callado la idea turbadora

y me siento en el sí de tu abrazo,

convertida en un sordo murmullo

que se interna en mi alma cantando.

 

Es la noche una cinta de estrellas

que una a una a mi lecho han rodado;

y es mi vida algo así como un soplo

ensartado de impulsos paganos.

 

Mis pequeñas palomas se salen

de su nido de anhelos extraños

y caminan su forma tangible

hacia el cielo ideal de sus manos.

 

Un temblor indeciso de trópico

nos penetra la alcoba. ¡Entre tanto,

se han besado tu vida y mi vida...

y las almas se van acercando!

 

¡Cómo siento que estoy en tu carne

cual espiga a la sombra del astro!

¡Cómo siento que llego a tu alma

y que allá tú me estás esperando!

 

Se han unido, mi amor, se han unido

nuestras risas más blancas que el blanco,

y ¡oh milagro! en la luz de una lágrima

se han besado tu llanto y mi llanto...

 

¡Cómo mueren las últimas millas

que me ataban al tren del pasado!

¡Qué frescura me mueve a quedarme

en el alba que tú me has brindado!

 

 

III

Alba

 

¡Oh la noche regada de estrellas

que envió desde todos sus astros

la más pura armonía de reflejos

como ofrenda nupcial a mi tálamo!

 

¡Cómo suena en mi alma la clara

vibración pasional de mi amado,

que se abrió todo en surcos inmensos

donde anduve mi amor, de su brazo!

 

La ternura de todos los surcos

se ha quedado enredada en mis pasos,

y los dulces instantes vividos

siguen, tenues, en mi alma soñando...

 

La emoción que brotó de su vida

-que fue en mi manantial desbordado-

ha tomado la ruta del alba

y ahora vuela por todos los prados.

 

Ya la noche se fue; queda el velo

que al recuerdo se enlaza, apretado,

y nos mira en estrellas dormidas

desde el cielo en nosotros rondando...

 

Ya la noche se fue; y las nuevas

emociones del alba se han atado.

Todo sabe a canciones y a frutos,

y hay un niño de amor en mi mano.

 

Se ha quedado tu vida en mi vida

como el alba se queda en los campos;

y hay mil pájaros vivos en mi alma

de esta noche de amor en tres cantos.