Tu Poema de Amor

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Inicio . Julio Cortázar ROMANCE DE LOS VANOS ENCUENTROS

ROMANCE DE LOS VANOS ENCUENTROS

No preguntes quién pone en este canto

un alma destinada al sufrimiento

y un pobre corazón que te ama tanto.

 

I

Bronces de las ocho y media

nos llaman cada mañana

-entre tu casa y mi casa-

de dos cornisas y un breve saludos de camaradas.

 

¡Estás tan bella, vestida

de crujiente espuma blanca

baje ese sol de las ocho

que te ciñe y que te alaba!

 

Sus amarillas saetas

bordan en tu pelo el aura

que me recuerda las leves

imágenes de las santas.

 

(Pienso que rezarte a ti

tal vez me salvará el alma...)

 

II

Las campanas matinales

ponen música en la senda

por donde a tu escuela vas,

por donde voy a mi escuela.

 

Tontamente, tontamente

me vuelve la vieja idea

cada vez que nos cruzamos

en nuestras rutas opuestas:

pienso en el ayer que ataba

con una risa dos sendas,

cuando jamás nos cruzábamos

tú y yo en camino a la escuela.

 

Con una misma campana,

con una misma existencia,

y por una misma calle

con sol de las ocho y media...

Para nosotros, entonces,

había una sola escuela.

 

III

La señorita maestra

pasa vestida de blanco ;

en su oscuro pelo duerme

la noche aún, perfumado,

y en lo hondo de sus pupilas

yacen dormidos los astros.

 

Buenos días señorita

del caminar apurado;

cuando su voz me sonríe

olvido todos los pájaros,

cuando sus ojos me cantan

se torna el día más claro,

y subo la escalinata

un poco como volando,

y a veces digo lecciones.