Tu Poema de Amor

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Inicio . Lope de Vega GUZMÁN EL BRAVO

GUZMÁN EL BRAVO

Vengada la hermosa Filis

de los agravios de Fabio

a verle viene al aldea

enfermo de desengaños.

 

A ruego de los pastores

baja de su monte al prado,

que como se ve querida

da a entender que la forzaron.

 

Eso mismo que desea,

quiere que la estén rogando,

que sube al gusto los precios

amor conforme a los años.

 

Huyóse Fabio celoso,

pensó Fabio hallar sagrado,

pero hay estados de amor

que está en el remedio el daño.

 

¡Desdichado del que llega

a tiempo tan desdichado

que le matan los remedios

con que muchos quedan sanos!

 

En fin, a Fabio rendido

viene a ver su dueño ingrato,

alegre porque es amor

en las venganzas villano.

 

No va sin galas a verle,

aunque pudiera escusarlo,

que la mayor hermosura

no deja en casa el cuidado.

 

Lleva de palmilla verde

saya y sayuelo bizarro,

con pasamanos de plata

si en ellos pone las manos.

 

No lleva cosa en el cuello

que Fabio le hubiese dado,

porque no entienda que viven

memorias de sus regalos.

 

Joyas lleva que él no ha visto,

no porque le ha hecho agravio,

mas porque sepan ausencias

que no está seguro el campo.

 

Con una cinta de cifras

lleva el cabello apretado,

que quien gusta de dar celos

se vale de mil engaños.

 

De rebociño le sirve

para mayor desenfado

el capote de los ojos

bordado de negros rayos.

 

En argentadas chinelas

listones lleva, admirados

de que quepan tantos bríos

en tan pequeños espacios.

 

Llegó Filis al aldea,

entró en su casa de Fabio,

los pastores la reciben

como al sol los montes altos.

 

Dando perlas con la risa

extiende a todos los brazos,

que gana mares de amor

y da perlas de barato.

 

Apenas Fabio la mira

cuando a un tiempo se bañaron

el alma en pura alegría,

los ojos en tierno llanto.

 

No hablaron los dos tan presto,

aunque los ojos hablaron,

Filis porque no quería,

Fabio porque quiere tanto.

 

Cuando en esta suspensión

los dos se encuentran mirando

a un tiempo bajan los ojos

como que envidian de falso.

 

Habló Filis y tuvieron

alma de coral sus labios,

que ver humilde al rendido

hace piadoso al vengado.

 

A Fabio culpa le pone

que es error hacer, amando,

con la lengua valentías,

si el alma no tiene manos.

 

Él responde y se disculpa,

que viendo cerca los brazos,

pide perdón ofendido

quien ama desengañado.