Tu Poema de Amor

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Inicio . Lope de Vega EN UNA PLAYA AMENA

EN UNA PLAYA AMENA

En una playa amena,

a quien el Turia perlas ofrecía

de su menuda arena,

y el mar de España de cristal cubría,

Belisa estaba a solas,

llorando al son del agua y de las olas.

 

«¡Fiero, cruel esposo!»,

los ojos hechos fuentes, repetía,

y el mar, como envidioso,

a tierra por las lágrimas salía;

y alegre de cogerlas,

las guarda en conchas y convierte en perlas.

 

«Traidor, que estás ahora

en otros brazos y a la muerte dejas

el alma que te adora,

y das al viento lágrimas y quejas,

si por aquí volvieres,

verás que soy ejemplo de mujeres.

 

Que en esta mar furiosa

hallaré de mi fuego la templanza,

ofreciendo animosa

al agua el cuerpo, al viento la esperanza;

que no tendrá sosiego

menos que en tantas aguas tanto fuego.

 

¡Ay tigre!, si estuvieras

en este pecho donde estar solías,

muriendo yo, murieras;

mas prendas tengo en las entrañas mías

en que verás que mato,

a falta de tu vida, tu retrato».

 

Ya se arrojaba, cuando

salió un delfín con un bramido fuerte,

y ella, en verle temblando,

volvió la espalda al rostro y a la muerte,

diciendo: «Si es tan fea,

yo viva, y muera quien mi mal desea.