Tu Poema de Amor

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Inicio . Lope de Vega EL LASTIMADO BELARDO

EL LASTIMADO BELARDO

El lastimado Belardo

con los celos de su ausencia

a la hermosísima Filis

humildemente se queja.

 

«—¡Ay, dice, señora mía,

y cuán caro que me cuesta

el imaginar que un hora

he de estar sin que te vea!

 

¿Cómo he de vivir sin ti,

pues vivo en ti por firmeza,

y ésta el ausencia la muda

por mucha fe que se tenga?

 

Sois tan flacas las mujeres

que a cualquier viento que llega

literalmente os volvéis

como al aire la veleta.

 

Perdóname, hermosa Filis,

que el mucho amor me hace fuerza

a que diga desvaríos,

por más que después lo sienta.

 

¡Ay, sin ventura de mí!

¿qué haré sin tu vista bella?

daré mil quejas al aire

y ansina diré a las selvas:

 

¡Ay triste mal de ausencia,

y quien podrá decir lo que me cuestas!

 

No digo yo, mi señora,

que estás en aquesta prueba

quejosa de mi partida,

aunque sabes que es tan cierta.

 

Yo me quejo de mi suerte,

porque es tal, y tal mi estrella,

que juntas a mi ventura

harán que tu fe sea fuerza.

 

¡Maldiga Dios, Filis mía,

el primero que la ausencia

juzgó con amor posible,

y dispuso tantas penas!

 

Yo me parto, y mi partir

tanto aqueste pecho aprieta,

que como en bascas de muerte

el alma y cuerpo pelean.

 

¡Dios sabe, bella señora,

si quedarme aquí quisiera,

y dejar al mayoral

que solo a la aldea se fuera!

 

He de obedecerle al fin,

que me obliga mi nobleza,

y aunque amor me desobliga,

es fuerza que el honor venza—».

 

¡Ay triste mal de ausencia,

y quien podrá decir lo que me cuestas!