Tu Poema de Amor

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Inicio Neruda ODAS DE PABLO NERUDA ODA A LAS COSAS ROTAS

ODA A LAS COSAS ROTAS

Se van rompiendo cosas

en la casa

como empujadas por un invisible

quebrador voluntario:

no son las manos mías,

ni las tuyas,

no fueron las muchachas

de uña dura

y pasos de planeta:

no fue nada y nadie,

no fue el viento,

no fue el anaranjado mediodía

ni la noche terrestre,

no fue ni la nariz ni el codo,

la creciente cadera,

el tobillo,

ni el aire:

se quebró el plato, se cayó la lámpara,

se derrumbaron todos los floreros

uno por uno, aquél

en pleno octubre

colmado de escarlata,

fatigado por todas las violetas,

y otro vacío

rodó, rodó, rodó

por el invierno

hasta ser sólo harina

de florero,

recuerdo roto, polvo luminoso.

Y aquel reloj

cuyo sonido

era

la voz de nuestras vidas,

el secreto

hilo

de las semanas,

que una a una

ataba tantas horas

a la miel, al silencio,

a tantos nacimientos y trabajos,

aquel reloj también

cayó y vibraron

entre los vidrios rotos

sus delicadas vísceras azules,

su largo corazón

desenrollado.

 

La vida va moliendo

vidrios, gastando ropas,

haciendo añicos,

triturando

formas,

y lo que dura con el tiempo es como

isla o nave en el mar,

perecedero,

rodeado por los frágiles peligros,

por implacables aguas y amenazas.

 

Pongamos todo de una vez, relojes,

platos, copas talladas por el frío,

en un saco y llevemos

al mar nuestros tesoros:

que se derrumben nuestras posesiones

en un solo alarmante quebradero,

que suene como un río

lo que se quiebra

y que el mar reconstruya

con su largo trabajo de mareas

tantas cosas inútiles

que nadie rompe

pero se rompieron.