Tu Poema de Amor

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SONATA Y DESTRUCCIONES

Después de mucho, después de vagas leguas,

confuso de dominios, incierto de territorios,

acompañado de pobres esperanzas,

y compañías infieles, y desconfiados sueños,

amo lo tenaz que aún sobrevive en mis ojos,

oigo en mi corazón mis pasos de jinete,

muerdo el fuego dormido y la sal arruinada,

y de noche, de atmósfera obscura y luto prófugo,

aquel que vela a la orilla de los campamentos,

el viajero armado de estériles resistencias,

detenido entre sombras que crecen y alas que tiemblan,

me siento ser, y mi brazo de piedra me defiende.

 

Hay entre ciencias de llanto un altar confuso,

y en mi sesión de atardeceres sin perfume,

en mis abandonados dormitorios donde habita la luna,

y arañas de mi propiedad, y destrucciones que me son queridas,

adoro mi propio ser perdido, mi substancia imperfecta,

mi golpe de plata y mi pérdida eterna.

Ardió la uva húmeda, y su agua funeral

aún vacila, aún reside,

y el patrimonio estéril, y el domicilio traidor.

 

Quién hizo ceremonia de cenizas?

Quién amó lo perdido, quién protegió lo último?

El hueso del padre, la madera del buque muerto,

y su propio final, su misma huida,

su fuerza triste, su dios miserable?

Acecho, pues, lo inanimado y lo doliente,

y el testimonio extraño que sostengo

con eficiencia cruel y escrito en cenizas,

es la forma de olvido que prefiero,

el nombre que doy a la tierra, el valor de mis sueños,

la cantidad interminable que divido

con mis ojos de invierno, durante cada día de este mundo.