Tu Poema de Amor

  • Aumentar fuente
  • Fuente predeterminada
  • Disminuir fuente
Inicio . Espirituales LA CONCIENCIA

LA CONCIENCIA

¿No es verdad, queridos niños,

que al hacer una obra buena

nuestra alma se complace

se tranquiliza y se alegra?

¿No habéis también observado

que sentimos grande pena,

cuando hacemos una cosa

que la ley moral reprueba?

La mala acción nos aflige,

nos humilla y atormenta,

como si fuera carcoma

que por dentro nos royera.

La buena acción, al contrario,

de puro placer nos llena,

nos anima y estimula

a repetir obras buenas.

¿Por qué nos sucede esto?

- Porque tenemos conciencia.

Dios ha puesto en nuestra alma

un juez que con ley severa,

nos dice si hemos obrado

como el deber nos ordena;

es juez y también testigo

que nuestros actos observa,

y fiscal al mismo tiempo

que nos acusa y condena.

Ved cuán importantes cargos

cumple a la vez la conciencia;

y todo, porque Dios quiere

que nuestra conducta sea

ajustada a los preceptos

de su ley santa y eterna.

Dios, que es bondadoso y justo

nos hizo de tal manera

que se viesen en nosotros

sus cualidades excelsas.

Y es su voz, su voz divina,

la que en el alma resuena,

advirtiéndonos lo malo

para que evitarse pueda,

y mostrándonos lo bueno

para obrar como El desea.

El hombre indigno, malvado,

obra contra su conciencia;

mas no le tengáis envidia,

aunque dichoso parezca.

La maldad, tarde o temprano,

su justo castigo lleva;

y sólo será dichoso

quien de lo malo se aleja,

quien deplora sus pecados,

los aborrece y se enmienda,

aceptando a Jesucristo

por Salvador con fe plena.

Quien tal hace, tiene siempre

muy tranquila su conciencia.