Tenerte en mi vientre fue uno de los momentos
más emotivos de mi vida.
Sentirte crecer dentro de mí fue sentir crecer un
amor sin límites, un amor de madre que fue mi
mayor impulso para luchar por ti.
Hoy que te veo crecer un poco más, hoy que
cumples un año más, es para mí una alegría y un triunfo.
Con mi amor de madre intento guiarte por los
caminos que considero correctos pero a veces
puedo equivocarme, y te pido disculpas por
eso. Deseo que veas que todo lo que hago lo
hago por ti y para que estés bien.
Ver cómo vas cambiando y cómo vas teniendo
sueños propios me hace ver lo rápido que pasa
el tiempo pero quiero que sepas que mi amor
no pasará. Que siempre estaré para cuidarte y
protegerte. Así tengas cincuenta años podrás
venir a mí y estaré para escucharte y
consolarte hija mía.
Eres el mayor tesoro que tengo y por ti doy la
vida. Feliz cumpleaños, hija mía, eres mi
orgullo y mi esperanza.