Mira a mi cabrita prieta,
¡cómo le gusta brincar!
Cuando a veces se me suelta
salta y corre sin parar.
Si yo la llamo me mira,
alza el rabo y lo menea.
A mí me da mucha risa
verla como cabecea.
¡Corre, cabrita traviesa,
por la campiña y la loma!
El verde césped te besa,
los nardos te dan su aroma.