Tu Poema de Amor

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Inicio . Tristes Voy a dormir

Voy a dormir

Dientes de flores, cofia de rocío,

manos de hierbas, tú, nodriza fina,

tenme prestas las sábanas terrosas

y el edredón de musgos escardados.

 

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.

Ponme una lámpara a la cabecera;

una constelación; la que te guste;

todas son buenas; bájala un poquito.

 

Déjame sola: oyes romper los brotes...

te acuna un pie celeste desde arriba

y un pájaro te traza unos compases

 

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:

si él llama nuevamente por teléfono

le dices que no insista, que he salido.

;

 

Yo en el fondo del mar

 

En el fondo del mar

hay una casa de cristal.

 

A una avenida

de madréporas

da.

 

Un gran pez de oro,

a las cinco,

me viene a saludar.

 

Me trae

un rojo ramo

de flores de coral.

 

Duermo en una cama

un poco más azul

que el mar.

 

Un pulpo

me hace guiños

a través del cristal.

En el bosque verde

que me circunda

—din don... din dan—

se balancean y cantan

las sirenas

de nácar verdemar.

 

Y sobre mi cabeza

arden, en el crepúsculo,

las erizadas puntas del mar.