Tu Poema de Amor

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Inicio . Rubén Darío RIMA - VII

RIMA - VII

Llegué a la pobre cabaña

en días de primavera;

la niña triste cantaba,

la abuela hilaba en la rueca.

—¡Buena anciana, buena anciana,

bien haya la niña bella,

a quien desde hoy amar juro

con mis ansias de poeta!

La abuela miró a la niña.

La niña sonrió a la abuela.

Fuera volaban gorriones

sobre las rosas abiertas.

Llegué a la pobre cabaña

cuando el gris otoño empieza.

Oí un ruido de sollozos

y sola estaba la abuela.

—¡Buena anciana, buena anciana!

Me mira y no me contesta.

Yo sentí frío en el alma

cuando vi sus manos trémulas,

su arrugada y blanca cofia,

sus fúnebres tocas negras.

Fuera, las brisas errantes

llevaban las hojas secas.